Hoy canté por primera vez en una muestra, fue algo sencillo e informal pero perfecto para una primera vez, no voy a empezar a buscarme defectos en nada, no es algo habitual para mi y tengo ciertas creencias de toda la vida, de la escuela, que ya es hora de que vaya escoltando a la salida de mi casa mental, por ejemplo yo era la de la voz bajita, la chica tranquila que escribía poesías y reflexiones hermosas, pero cuando tenia que leerlas frente a todos, o dar alguna lección, se ponía muy nerviosa, y la que solo en su pequeño pero valioso grupo de amigas con las cuales se sentaba, o veía los fines de semana, podía ser ella misma, aunque aun seguía siendo tranquila, como ahora; pero es que tampoco soy un buda sino no estaría reencarnada en este planeta, en cuanto a lo que escribía cosas hermosas, aun lo hago, solo que le agregué canciones!, lo de la voz bajita, quizás haya sido cierto antes, pero no creo que sea cierto ahora, por lo visto me va muy bien cantando sin micrófono, y la timidez es algo de lo que uno se cura a base de repetición de intentos, tiempo y un poco de confianza como primera inversión, no mucha, al principio es solo un retoño, que si lo riegas y cuidas con paciencia; crecerá hasta convertirse en una frondosa enredadera de flores abiertas todo el año, que decorará toda la fachada de tu ser y cada rincón de tu casa mental, tanto que te colmará hasta la mirada, las manos, el cuerpo entero de esa esencia a flores de enredadera silvestre y única, la cual solo tu puedes ser y en la que tanto aspiras convertirte, pero no lo eres ya en potencia?.
Por lo visto ya no me quedan más puntos que iluminar, lo que demuestra que en la vida todo puede cambiar, y porque haya sido de una forma en el pasado no significa que tenga que ser siempre así, el pasado no puede condicionarte a menos que tu se lo permitas, o como dice Ramón de Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.
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